El modelo crítico se nutre de la Teoría Crítica, que piensa en la mejora y transformación social, sobre la base de acciones reflexivas y articuladas. El currículo crítico incita a los estudiantes a la reflexión y al cuestionamiento permanente. De la repetición impuesta por el conductismo, el procesamiento defendido por cognoscitivismo, el andamiaje planteado por el constructivismo y la riqueza y diversidad personal, se pasa a la comprensión y a la prevalencia que adquiere el contexto, el cual se asume como objeto de estudio y de transformación. El conocimiento se concibe como elemento e insumo para el desarrollo, la emancipación y la liberación. La metáfora del modelo crítico es el arquitecto que construye nuevas sociedades a partir de la reflexión y la crítica y considera la historicidad.
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